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10 puntos clave en la elección de una residencia

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Hace unos días un buen amigo me llamó para consultarme algo muy importante. Por lo visto un familiar está padeciendo el avance imparable de una demencia y de manera previsora quería empezar a gestionar la solicitud de una plaza pública en una residencia. No es el único, ni es una consulta extraña. Me puse a pensar y la verdad es que en el último año al menos quince o veinte personas me han llamado para pedirme el mismo consejo acerca de cual era la mejor opción. No es fácil dar este tipo de recomendación. A veces lo paso mal. Sobre todo, cuando soy mucho más consciente de que mi recomendación quedará plasmada en forma de solicitud formal. Una instancia que a todas luces será la puerta de entrada al lugar donde una persona mayor vulnerable pasará el resto de sus días. Existen algunas variables que influyen en la recomendación y en la selección. Por un lado, está la cuestión de una lista de espera para poder acceder a una plaza pública en una residencia de la Región de Murcia. Creo que n

La dictadura del "like" en gerontología: autonomía, tolerancia y respeto

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Hace solo unos pocos días veía en algunas redes sociales un vídeo donde un nieto golpeaba el brazo de su abuela con la aparente finalidad de hacer ruido con la grasa colgante de la extremidad. La anciana no estaba nada contenta, desde luego, de hecho estaba bastante enfadada. Hasta el punto de mirar con rabia e incluso decir algunos insultos. La cuestión es que este vídeo no es una excepción en la red. En el actual contexto de lo que supone la interacción humana en las redes sociales no puedo llegar a otra conclusión distinta a que la verdadera finalidad del vídeo, al menos para el nieto, no era otra que la de reírse de la pobre señora mayor únicamente para tener más "like". Este vídeo no es aislado, no es una mera anécdota. Cada vez hay más en las redes donde se vulnera una y otra vez la dignidad de las personas mayores. En sintonía con este tema, y de una manera muy acertada, hace tan solo unos días, un buen amigo, subía a su red social un post donde pedía opinión a sus sus

Mascarillas y símbolos

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MASCARILLAS Y SIMBOLOS Era un secreto a voces. De esos que sólo tienen de secreto el no hacerlos oficiales. Las mascarillas han sido borradas de nuestra visión cotidiana tras su publicación en el BOE. En los últimos tres años, más que el elemento sanitario en sí, la mascarilla ha adquirido un valor mucho más simbólico que práctico. Y no me refiero a simbólico como sinónimo de figurado. Las mascarillas, primero la FPP2 y más tarde las de color azul, han adquirido un significado mucho más profundo que la mera profilaxis sanitaria. Para muchos la mascarilla era al principio de la pandemia un símbolo de uniformidad. Nos igualaba a todos los ciudadanos ante la posibilidad de enfermar, y con ella se nos privaba de elementos identitarios propios, de sonrisas, de muecas de desaprobación, de besos al aire, entre otros. Era un símbolo del miedo a morir.  De cara a los otros la mascarilla también simbolizaba el permiso para interaccionar con ellos, y la lejanía física. Sin mascarilla no pod

El Orbe y la enfermera

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EL ORBE Y LA ENFERMERA Ayer fue el día internacional de la Enfermería. Gran día para todas las enfermeras del mundo, o no... Hace solo unas semanas la OMS, en una de sus asincrónicas y escuetas comunicaciones declaró el fin de la alarma internacional declarada en 2020 por la pandemia provocada por el Covid-19. En principio, declararon oficialmente cerrado el proceso de intervención de emergencia a nivel mundial. Las vacunas han hecho su trabajo, al menos en el llamado primer mundo, donde hay test de antígenos, y donde se pueden comprar vacunas de amplia efectividad a la lucrativas empresas: En los otros mundos, el segundo donde se incluyen aquellos países en vías de desarrollo, y en el tercer mundo, que es donde están el resto, todavía siguen muriendo cada días miles de personas, no saben si por Covid-19, o por cualquier otra miseria indiagnosticable por ausencia de medios sanitarios adecuados, e incuidable por ausencia de profesionales sanitarios debidamente formados. Lo mismo cuando

¡¡ Valora y cree !! y se bienvenido...

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Hace tiempo que tenía ganas de escribir una entrada de esas que hablan de uno mismo, de las que no están influidas por acontecimientos recientes relacionados con decisiones políticas, ni por circunstancias sociológicas o antropológicas. En esta ocasión no necesitaré ninguna excusa externa para hablar de temas importantes, aunque mejor diría trascendentales. Desde un punto religioso s on días preparatorios para la Semana Santa. Días grandes para los que somos cristianos. Son jornadas de reflexión, de introspección, de repensarse como profesionales, pero sobre todo como personas. Porque no es posible separar lo humano trascendental de lo humano instrumental, de su capacidad tecnológica, como si de agua y aceite se tratara. Ya hace algunos años escuché afirmar plenamente convencido a uno de mis maestros en gerontología, el doctor Louis Gonzalez, que los que una vez decidimos dedicar nuestra vida a cuidar, a sanar a otros, teníamos la responsabilidad de ser humanistas, de pensar en lo hu