Pobre Huxley...
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Se pretende crear seres humanos de manera "sintética", a partir de moléculas diseñadas para tal fin. Los demiurgos, encargados de tal tarea, encabezados por un tal George Church, serían aquellos mismos que ya hace varios años empezaron a descifrar el genoma en el más que conocido "Proyecto Genoma Humano". Si bien aquello estaba mas que fundamentado, por la necesidad de conocer los mecanismos que hacen que algunas enfermedades aparezcan o se expresan y otras no, en esta ocasión se han traspasado todos los límites. Se habla en el referido artículo que la finalidad principal es poder conocer desde cero como se comportan los genes y así poder CURAR a otras personas. Creo que esto merece una reflexión, aun arriesgándome a no tener todo el espacio que me gustaría para ello.
Algo que nos debe preocupar es saber qué es lo que se pretende realmente con esta iniciativa. No es demasiado creíble lo de la curación de la Humanidad, pues la creación de seres humanos in vitro de manera sintética excede con creces lo que otros están intentando hacer mediante la informática mediante modelos probabilísticos, desde hace algunos años, con relativo éxito, aparejado al progreso de la ciencia en cuanto a informática se refiere.
Quizás para entender esta situación debamos recrear otras no tan excéntricas como aparentemente puedan aparecer. Supongamos por un momento que mañana existen humanos creados a partir de moléculas sintéticas, enlazadas de tal forma que constituyan genes concretos y enlazados siguiendo determinada secuencia. El primer escollo que debería saltarse esta organización sería de tipo ético, aunque esto no es problema pues como dice José Luis García Pérez, inmunólogo y experto en ADN de Genyo (Centro Pfizer/Universidad de Granada), no le preocupan tanto los problemas deontológicos como los técnicos, según redacta Ismael Marinero, autor de este artículo. La frase, aunque corta en extensión es muy reveladora en cuanto al sentido ético de la acción. ¿Cómo que no hay problemas deontológicos?. Estamos décadas sumidos en el debate en torno al estatuto del embrión humano preimplantatorio, precisamente en pro de no abusar de la humanidad del ser creado, y ahora resulta que no hay problemas de tipo deontológico para crear un ser humano sintético. Si los científicos siguen, porque ya han empezado como vemos, a saltarse las mínimas reflexiones de carácter ético ligadas a la investigación, si el todo vale es la llave para prosperar, tenemos un grande y serio problema amigos.
Además, vamos a dar por supuesto que se nos ha pasado por alto lo de las reflexiones de tipo ético, y vamos a asumir con bastante esfuerzo que se puede crear un ser humano de manera sintética. Cuando esté creado, ¿cual será la manera concreta en que va a ayudar a la humanidad a curar enfermedades?¿inoculándole virus y bacterias y viendo que pasa alterando los genes?¿alterando los genes en fase embrionaria para ver como sale de curado en el nacimiento?¿vamos a ver como muere por determinada enfermedad para ver cómo reacciona su cuerpo biológicamente?. Estamos llegando a límites en la ciencia difíciles de traspasar salvo que el mundo se vuelva loco o depravado. Recordemos los experimentos de Menguele, aquel sádico que se las daba de propulsor de una raza mejorada en el mundo nazi de Hitler; que no se nos olvide que inoculaba enfermedades a niños, enfermos mentales y discapacitados y embarazadas por el mero placer de ver qué era lo que ocurría; recordemos que llegó a coser a dos gemelos para ver si era capaz de crear una quimera. Por un lado, algunos ponen en cuestión la humanidad del feto para defender no el aborto en sí, sino el mismo en fases avanzadas de gestación si se tercia. Pero por otro lado, otros estan echando horas y codos para salvar fetos que nacen prematuramente, cada vez más prematuramente e inmaduros, hecho promulgado en todos los medios de comunicación cuando ocurre; lo que no cuentan los medios de comunicación es el elevado porcentaje de bebés, grandes prematuros, de medio kilo de peso al nacer, que han quedado con taras neurológicas, entre otras discapacidades, precisamente por lo inmaduro de su estado al nacer. ¿Dónde está el límite superior e inferior?.
Sigamos imaginando. ¿Y si en un futuro más bien cercano, visto lo visto en el artículo citado, en 10 años se crea al ser humano que no enfermará jamás? Sería un humano que no moriría de infarto por causas genéticas, ni de cáncer, ni tendrá Alzheimer, ni Parkinson, ni ELA, ni osteoporosis, ni sarcopenia, todas ellas de clara influencia hereditaria. En ese caso la esperanza de vida sana, libre de cronicidad y dependencia funcional se alargaría durante decenios hasta alcanzar los doscientos o trescientos años de edad, como David el Gnomo vamos...
Aparte bromas, en este mundo no tan imaginario, la descendencia no tendría sentido. Los humanos ya no se crearían "naturalmente" siguiendo el instinto de supervivencia de la especie sino que se crearían a demanda, como en la novela "Un mundo feliz", de Aldous Huxley, escrita allá por los años 50, cuando Watson y Crick acababan de descubrir la replicación del ADN y su estructura en doble hélice. En esta sociedad no habían ancianos. No eran necesarios. Si se creara al ser humano casi perfecto, pero que no enfermara, este se situaría en una posición de hegemonía en la escala evolutiva incluso en relación a otros humanos concebidos de manera natural, o inducido o in vitro. También se situaría antropológicamente por encima de otros humanos de otros países, de otros mundos subdesarrollados. El hemisferio norte sería el que mandaría en el planeta tierra sobre los otros humanos que morirían, como hoy, de enfermedades erradicadas hace años en el primer mundo. Si hoy en día hay niños en África que mueren de una simple gripe aun fabricando y mejorando en Europa y EEUU vacunas antigripales, ¿qué nos hace pensar que la creación de un ser humano sintético va a solucionar los problemas del mundo?.
Y Huxley pensando que había creado una historia de miedo que advirtiría al primer mundo de los excesos de la ciencia. Pobre Huxley...
Desde mi humilde punto de vista, hemos tomado el camino equivocado y caminamos veloces y sin sentido en busca de nuestra propia autodestrucción por la perdida de valores y de ética. Lastima!!
ResponderEliminarEl miedo a morir, a enfermar, a envejecer, a sufrir....;hechos propios de nuestra naturaleza, de la vida en sí, es lo que nos lleva a estas barbaridades.
ResponderEliminarPero claro si nos dieran a elegir entre un bebé sano pero alterado geneticamente para que no sufra ninguna enfermedad y un bebé con su popurri de ADN, con sus taras y defectos,¿ que elegiriamos? ¿Cuantos padres elegirían la primera opción por miedo a que sus hijos sufran alguna enfermedad? ¿Pero realmente es miedo a que el niñ@ sufra, que los padres sufran o ambos?
Esta claro, que ningún padre ni madre, que quiera a sus hijos claro, le desea ningún tipo de enfermedad ni sufrimiento, ni desea verlos morir. Pero también hay que reflexionar sobre las formas y métodos para alcanzar dicho fin. No todo vale. No se puede jugar a ser Dios con otros seres humanos aunque sean creados de la nada en un laboratorio.
Y esos bebés¿ que son? ¿Se les considera humanos con todo lo que ello conlleva? Quizás sea esta su justificación, como vienen de la nada, se ha formado y crecido en un laboratorio, es otra rata más de laboratorio, sin voz ni voto, sin derechos ni consciencia, un trozo de carne sin identidad, pueden usarla a su antojo, para ellos no hay dilema ético.
Yo creo que esta muy bien la investigación y los avances, pero creo que hay otros problemas más preocupantes e importantes que resolver que engendrar los superhumanos.Aun con todo los avances y tecnologías hay gente que muere de hambre ( niños, adultos y ancianos), que no tienen acceso a recursos tan básicos como comida, agua, sanidad, educación, que mueren de enfermedades como un simple resfriado.Debemos empezar a asumir nuestra mortalidad y disfrutar la vida en cada momento, no mirar tanto al futuro y actuar más para mejorar nuestro presente.