Lo socio-sanitario y la Consejería del guión 2
Ya hace mucho, mucho tiempo que no me atrevía a colgar ninguna entrada en el blog. Los motivos han sido varios aunque el más destacable ha sido la presión ejercida desde algunos foros políticos antes del mes de Mayo de 2015. Esto me ha dado aliento para seguir en esta línea, la de la reivindicación social de los derechos de muchos ancianos que hoy por hoy están en la marginalidad social. En este sentido y con el ánimo de olvidar cuanto antes las penurias pasadas que recordaban a aquella masacre de cierto rey belga en el Congo, voy a retomar mi participación como autor de este blog.
Una de las cuestiones que más me preocupa es la manera en que se está abordando el concepto de lo sociosanitario. Desde mi punto de vista se está haciendo con enorme ignorancia, por no decir analfabetismo. Esto debe preocuparnos mucho a los murcianos, ya que en lo sociosanitario está el futuro, creo que negro, de la atención a las personas mayores y con discapacidad.
Una prueba de ello es la utilización del decreto nº2/2014 por el que se desarrolla la regulación de los servicios de farmacia y depósitos de medicamentos en los centros sociosanitarios de la Región de Murcia. Para abreviar le llamaré simplemente el Decreto de farmacia. La cuestión es que cuando nos llamaron a unos cuantos con la falsa intención de que aportáramos nuestro granito de arena como "expertos", el que suscribe tenía curiosidad por saber que es lo que consideraban sociosanitario, por aquello de mi complejo con la consejería del guión (socio-sanitario) de la que me habéis oído hablar y escribir. Lo que no esperaba encontrarme era un uso tan poco profesional y oportunista, por no decir parasitario, de este concepto. Con la excusa de introducir sus podridos tentáculos en los servicios sociales, Sanidad nos decía que por "buena fe" (todavía me río cuando lo escribo. Pedazo de sinvergüenza el que nos lo dijo…), debía "controlarse" más lo que respecto al uso medicamentos se refería en las residencias. Si bien estoy de acuerdo, no lo estoy menos con que hay otros asuntos más perentorios como es la negativa de la mayoría de médicos y enfermeras de atención Primaria a atender a los pacientes de su cupo que viven en residencias, ya sea de mayores o de discapacidad. Esto ha supuesto un incremento de los costes sanitarios que una residencia por ser de ámbito social no tiene porqué hacer. Esto, hasta aquí no debería pasar de una mera retahila de quejitas. La cuestión es qué narices pintábamos los que trabajamos en las residencias, de mayores y de discapacitados, en un tema de Sanidad. Pues bien, por lo visto el artículo 2 del decreto refiere que:
"La atención farmacéutica en los centros sociosanitarios o de asistencia social, que atiendan a sectores de la población, tales como, personas mayores, discapacitadas y cualesquiera otras, cuyas condiciones personales y de salud requieran, además de las atenciones sociales que el centro les ofrezca, la prestación de asistencia sanitaria específica e integral en consideración a sus necesidades personales, se llevará a cabo a través de los servicios de farmacia y depósitos de medicamentos."
Una de las cuestiones que más me preocupa es la manera en que se está abordando el concepto de lo sociosanitario. Desde mi punto de vista se está haciendo con enorme ignorancia, por no decir analfabetismo. Esto debe preocuparnos mucho a los murcianos, ya que en lo sociosanitario está el futuro, creo que negro, de la atención a las personas mayores y con discapacidad.
Una prueba de ello es la utilización del decreto nº2/2014 por el que se desarrolla la regulación de los servicios de farmacia y depósitos de medicamentos en los centros sociosanitarios de la Región de Murcia. Para abreviar le llamaré simplemente el Decreto de farmacia. La cuestión es que cuando nos llamaron a unos cuantos con la falsa intención de que aportáramos nuestro granito de arena como "expertos", el que suscribe tenía curiosidad por saber que es lo que consideraban sociosanitario, por aquello de mi complejo con la consejería del guión (socio-sanitario) de la que me habéis oído hablar y escribir. Lo que no esperaba encontrarme era un uso tan poco profesional y oportunista, por no decir parasitario, de este concepto. Con la excusa de introducir sus podridos tentáculos en los servicios sociales, Sanidad nos decía que por "buena fe" (todavía me río cuando lo escribo. Pedazo de sinvergüenza el que nos lo dijo…), debía "controlarse" más lo que respecto al uso medicamentos se refería en las residencias. Si bien estoy de acuerdo, no lo estoy menos con que hay otros asuntos más perentorios como es la negativa de la mayoría de médicos y enfermeras de atención Primaria a atender a los pacientes de su cupo que viven en residencias, ya sea de mayores o de discapacidad. Esto ha supuesto un incremento de los costes sanitarios que una residencia por ser de ámbito social no tiene porqué hacer. Esto, hasta aquí no debería pasar de una mera retahila de quejitas. La cuestión es qué narices pintábamos los que trabajamos en las residencias, de mayores y de discapacitados, en un tema de Sanidad. Pues bien, por lo visto el artículo 2 del decreto refiere que:
"La atención farmacéutica en los centros sociosanitarios o de asistencia social, que atiendan a sectores de la población, tales como, personas mayores, discapacitadas y cualesquiera otras, cuyas condiciones personales y de salud requieran, además de las atenciones sociales que el centro les ofrezca, la prestación de asistencia sanitaria específica e integral en consideración a sus necesidades personales, se llevará a cabo a través de los servicios de farmacia y depósitos de medicamentos."
Esto es, para entendernos, que la citada norma iguala sin nada más que decir ni hacer, "porque yo lo valgo", las residencias a centros sociosanitarios, o más concretamente los centros de atención sociosanitaria a los de asistencia social. Quizás sea mejor que le echéis una buena lectura a esta norma que os adjunto a continuación:
Esto es un hito, pues después de años intentando que se fijen, ¡¡los de Sanidad digo!!, en las necesidades sanitarias de los ancianos y personas discapacitadas que viven en las residencias, van y vienen a equiparamos a centros sociosanitarios, es decir de ámbito sanitario, con el único objeto de implantar, o imponer que aquí viene a ser lo mismo, servicios de farmacia y depósitos de medicamentos.
Cuesta trabajo asumir que la única respuesta de Sanidad a las necesidades de ancianos que son despreciados en las puertas de urgencias de los hospitales por proceder de una residencia, o condenados a una sola analítica de sangre al año (por que no merece la pena más y por lo recortes parece ser…), o a no ser llamados JAMAS por un médico rehabilitador tras una cirugía de cadera si este se entera que vive en una residencia, que la única respuesta, digo, sea un decreto de farmacia que aumenta los costes de asistencia es inadmisible, por no decir vergonzoso.
Si se leen el decreto verán que parece ser que los únicos beneficiarios son los farmacéuticos en paro de la Región de Murcia. Yo ya se lo dije a algunos de estos lumbreras: ¿es que vuestra hija ha hecho farmacia y no encuentra trabajo?. Es la única explicación. El decreto obvia los derechos de los ancianos, y de las personas discapacitadas, como ciudadanos, otra vez, y les obliga o bien a pagar subsidiariamente un o unos farmacéuticos o bien a someterse a las premisas de un servicio de farmacia de un hospital, eso si sufragado por completo por las residencias, que ni sabe ni conoce sus necesidades reales de atención.
Cabe señalar, para tranquilidad de la ciudadanía que el siempre honorable gremio farmacéutico nunca tuvo el más mínimo interés en implantar esta norma, o por lo menos no así. Alabo el gran trabajo del farmacéutico, que quede claro. Pero antes que un farmacéutico antes habría que llevar a las residencias a los médicos de los ancianos, lo de Atención Primaria.
Flaco favor el de aquella consejera, de aquellos tiempos catalinos, que falta de sensibilidad y humanidad pero harta de prepotencia e incapacidad, dio el visto bueno a una norma que desplaza y margina nuevamente a los ancianos y discapacitados, los excluye de la sociedad, y los ningunea.
Volviendo al concepto de sociosanitario, es poca la aportación que se ha hecho a su clarificación y definición, aunque ya no queda mucho tiempo. Hace solo un mes, Don Cesar Antón, Director General del IMSERSO, nos indicó a los presentes, en unas jornadas sobre el presente y futuro de la Ley de Dependencia, que la única salida digna al problema de la dependencia pasaba por "lo sociosanitario", aunque tampoco dijo mucho más sobre el concepto, que no definición.
Miedo tenemos que tener, los que cuidamos a personas mayores y discapacitadas, pero mucho más estas últimas si nos fiamos de los referentes que hay en Sanidad, cuando miro, o casi miro, a quien podría tener tan poca sensibilidad y tanta hambre de no se muy bien que acerca de la regulación de lo sociosanitario.
Ojalá arreglen esto cuanto antes. Ojalá cuando convocan a Consejos Asesores de la Consejería de Política social, o de Familia como es llamada ahora, no se rían de un órgano tan soberano que representa a las personas mayores y con discapacidad de la Región de Murcia.
A ver si no nos sale otro champiñón cuando a algún "sin luces" le da por tocar lo sociosanitario. Para eso mejor con lo que tenemos.
Ahí va eso.
Cuesta trabajo asumir que la única respuesta de Sanidad a las necesidades de ancianos que son despreciados en las puertas de urgencias de los hospitales por proceder de una residencia, o condenados a una sola analítica de sangre al año (por que no merece la pena más y por lo recortes parece ser…), o a no ser llamados JAMAS por un médico rehabilitador tras una cirugía de cadera si este se entera que vive en una residencia, que la única respuesta, digo, sea un decreto de farmacia que aumenta los costes de asistencia es inadmisible, por no decir vergonzoso.
Si se leen el decreto verán que parece ser que los únicos beneficiarios son los farmacéuticos en paro de la Región de Murcia. Yo ya se lo dije a algunos de estos lumbreras: ¿es que vuestra hija ha hecho farmacia y no encuentra trabajo?. Es la única explicación. El decreto obvia los derechos de los ancianos, y de las personas discapacitadas, como ciudadanos, otra vez, y les obliga o bien a pagar subsidiariamente un o unos farmacéuticos o bien a someterse a las premisas de un servicio de farmacia de un hospital, eso si sufragado por completo por las residencias, que ni sabe ni conoce sus necesidades reales de atención.
Cabe señalar, para tranquilidad de la ciudadanía que el siempre honorable gremio farmacéutico nunca tuvo el más mínimo interés en implantar esta norma, o por lo menos no así. Alabo el gran trabajo del farmacéutico, que quede claro. Pero antes que un farmacéutico antes habría que llevar a las residencias a los médicos de los ancianos, lo de Atención Primaria.
Flaco favor el de aquella consejera, de aquellos tiempos catalinos, que falta de sensibilidad y humanidad pero harta de prepotencia e incapacidad, dio el visto bueno a una norma que desplaza y margina nuevamente a los ancianos y discapacitados, los excluye de la sociedad, y los ningunea.
Volviendo al concepto de sociosanitario, es poca la aportación que se ha hecho a su clarificación y definición, aunque ya no queda mucho tiempo. Hace solo un mes, Don Cesar Antón, Director General del IMSERSO, nos indicó a los presentes, en unas jornadas sobre el presente y futuro de la Ley de Dependencia, que la única salida digna al problema de la dependencia pasaba por "lo sociosanitario", aunque tampoco dijo mucho más sobre el concepto, que no definición.
Miedo tenemos que tener, los que cuidamos a personas mayores y discapacitadas, pero mucho más estas últimas si nos fiamos de los referentes que hay en Sanidad, cuando miro, o casi miro, a quien podría tener tan poca sensibilidad y tanta hambre de no se muy bien que acerca de la regulación de lo sociosanitario.
Ojalá arreglen esto cuanto antes. Ojalá cuando convocan a Consejos Asesores de la Consejería de Política social, o de Familia como es llamada ahora, no se rían de un órgano tan soberano que representa a las personas mayores y con discapacidad de la Región de Murcia.
A ver si no nos sale otro champiñón cuando a algún "sin luces" le da por tocar lo sociosanitario. Para eso mejor con lo que tenemos.
Ahí va eso.
Enhorabuena por tus comentarios, como siempre muy interesantes. Espero que tu próxima entrada en el blog sea lo BIO-sanitario.
ResponderEliminarEnhorabuena por tus comentarios, como siempre muy acertados. Aunque en mi opinión, todavía hay conceptos más confusos, como por ejemplo, biopsicosocial? Así que espero que tu próxima entrada sea Lo BIO-sanitario. Enhorabuena, y no dejes este blog tanto tiempo, que siempre es interesante leerte.
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